¡No debes tener temor!
Luchamos contra el temor porque permitimos que nuestras ideas vayan a lugares que Dios no quiere. La mayoría de las cosas que nos producen temor, nunca suceden. El temor se origina cuando tenemos temores infundados por nosotros mismos, preocupándonos por el fracaso, la muerte, la destrucción y aquí es donde el enemigo de nuestras almas …