El Propósito de Dios para una persona puede resumirse en tres principios: 1. No se lo preguntes a la creación ni a sus criaturas; preguntale directamente al Creador. 2. El Propósito de nuestra vida esta en la mente del que nos creó. 3. El propósito de Dios es la clave para nuestra realización.
Preguntémosle al Creador, no a la Creación, sobre nuestro propósito. Para poder entender como funcionamos como seres humanos, necesitamos acudir al Manual que nos ha sido proporcionado por el fabricante y diseñador que nos creó: La Biblia. Cuando Dios nos creó, Él sabía exactamente lo que quería a fin de que llegáramos a cumplir exactamente sus propósitos y sus planes; por ésta razón nos diseñó acorde a ello y para ello; esto significa que Dios es el único que conoce cómo es que la humanidad debe funcionar, para ello debemos recurrir siempre al Manual de Fabricante: La Biblia; de lo contrario lo único que haríamos sería experimentar con nuestra vida. En Gen. 2:7, 15 Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y tomó al hombre y lo puso en el huerto para que lo labrase y en Gen. 2:16 le dio un mandato. En el versículo 22 vemos que Dios creó la mujer y en el 24 muestra su máximo propósito: «El matrimonio».
En 1 Corintios 3:16, 17 nos confirma que somos templo de Dios y santo. 1 Corintios 6:7-9 No tengamos pleitos, seamos humildes y justos, si queremos heredar el reino de Dios; advierte, «todas las cosas me son lícitas, mas no todas me convienen….» Efesios 4:22-24….»despojaos del viejo hombre. Renovaos en el espíritu de vuestra mente, vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad»; Efesios 5:22-25 consejos a las casadas, Efesios 5:31 igual que Génesis 2:24 «Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne».
Encontramos el propósito solo en la mente de nuestro Creador. Si recordamos este principio toda la vida, podremos estar a salvo. Una verdadera plenitud en Jesucristo, es descubrir y vivir en los propósitos de nuestro Creador, transformando hasta nuestra manera de pensar aún de nosotros mismos. Y es posible a través de la renovación de nuestra mente por medio del Espíritu Santo. Romanos 12:1,2, Sal. 19:7. Encontrar nuestro propósito sometiendo totalmente nuestra vida al Creador, nadie nos conoce tan bien como Aquel que nos creó, Jeremías 29:13, buscar a Dios de todo corazón para poder descubrir nuestros propósitos. Juan 3:16, somos muy especiales para Dios, al punto de sacrificar a su único Hijo para salvarnos.
El propósito de Dios es la clave para nuestra realización. No podremos estar total y completamente satisfechos hasta que no lleguemos a encontrar nuestro propósito y comenzar a vivir en él.