El verdadero significado del Perdón.

Pasemos a revisar el significado de la palabra PERDON.

Perdón significa «dejar pasar», es decir disculpar a alguien que nos ha ofendido, o no tener en cuenta su falta, dejar atrás una ofensa o renunciar al castigo. Esta palabra está formada por 2 vocablos: per → dejar pasar y don → regalo

Ahora bien, perdonamos cuando no sentimos resentimiento o no pedimos compensación. El perdón es la base de toda sanidad en la mente, la conciencia y el corazón.

El perdón es una decisión, independiente de los sentimientos de dolor que yo pueda tener o de si esa persona me pidió disculpas o no. Al tomar la decisión, el Espíritu Santo puede obrar en mi corazón para restaurar y no permitir raíces de amargura. (Hebreos 12:15)

Analicemos algunos pasajes bíblicos:
Mateo 5: 38-48 → El amor hacia los enemigos. Quiero resaltar el versículo 44 para que lo tengamos en cuenta en nuestra vida cotidiana: Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen. Recordemos en la lección 3 de nuestro estudio bíblico: Lo importante que es la reconciliación, el valor que tiene.

En griego existen 3 palabras para hablar de amor:

• Eros: se refiere al amor erótico (no es mencionado en la biblia)
• Philos: amor fraternal, entre hermanos (si se usa en el nuevo testamento)
• Agape: amor de Dios, el que busca el bienestar del otro.
Cuando Jesús dice que amemos a nuestros enemigos, hace referencia al amor agape para que reflejemos el amor de Dios a los demás, no se trata de abrazar a nuestros enemigos, sino un amor que mantenga relaciones de paz. (Romanos 12:18)

Ahora revisemos:

Mateo 5: 21-26 → Jesús y la ira. Este versículo nos enseña la importancia de amar a tu hermano. Es más valioso que te reconcilies con él que vayas a dar una ofrenda sin que tu corazón esté en paz.
El perdón está basado en la obediencia a Dios y es parte de la voluntad de Dios. (Muy importante)

Efesios 4: 31-32 → Nos habla de la nueva vida en Cristo. Quitarnos toda ira, amargura, enojo. Dios nos recomienda ser benignos unos a otros así como Él nos perdonó a nosotros en Cristo. Igualmente en la oración clave que nos enseñó el Señor manda que perdonemos nuestras ofensas y a nuestros deudores.

Es importante también perdonarnos a nosotros mismos, por haberle fallado a Dios, pues la paga del pecado es la muerte, todos hemos pecado. Romanos 6: 23

Así mismo, amadas hermanas, es importante saber que la justicia es por medio de la FE. Revisemos Romanos 3:23-24 Este pasaje hace más referencia a la justificación en Cristo, es decir, que delante de Dios hemos sido justificados por nuestros pecados delante del Padre (1 Timoteo 2:5). La justicia es un atributo de Dios, Él es justo; y nuestra fe es enfocada a creer que El hace justicia.

Debemos reconocer que no somos perfectos, aceptar humildemente que hemos fallado a Dios, proponernos mejorar cada día, segundo debemos perdonar a otros sus ofensas, lo cual nos ayudará a conseguir el perdón de Dios, ya que el perdón es como un bálsamo que alivia, quita una carga.

El perdón recompone relaciones rotas, y es el primer paso clave para sanar y restaurar.

Muchas personas se enferman por no perdonar. El perdón libera, restaura. Es un acto de la voluntad tomar la decisión de hacerlo. Jesús dijo: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Mostrando ese amor Agape del padre por la humanidad.

Por último, el mejor ejemplo de perdón.

Mateo 18: 23-35 → Los dos deudores. Resaltemos el versículo 35: Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas. El rey es Dios quien perdonó la deuda dando ejemplo para que los otros igualmente lo hiciéramos… oremos para que Dios nos dé un corazón perdonador.

El perdón de Dios a través de su Hijo Jesucristo está al alcance de todos!

Para que nos alimentemos de esta palabra, revisemos en casa estas citas bíblicas:

Salmos 51:1-17 haciendo énfasis en el V.17

1 Juan 1: 5-10 énfasis V.9

Salmos 32: 1-11 La falta de perdón nos come por dentro.

Romanos 3: 21-26; 8:31-39; 10:5-13 Al recibir a Cristo en nuestro corazón, le entregamos a El nuestros anhelos, temores, alegrías y transgresiones, confiando a que

Dios se hará cargo de todas ellas, en Fe.

Reflexión

Jesús concluye esta enseñanza haciéndole ver al hombre la importancia de estar en completa paz al momento de llevar sus ofrendas a Dios. Si bien es cierto, a través del sacrificio de Cristo podemos reconciliarnos con Dios y estar en completa paz con El, también es importante estar en paz con nuestros hermanos.