Disciplina de la quietud.

El Salmo 46:10 nos enseña a «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. «

Se nos enseña que a pesar de estar ocupados, laborando fuera y dentro de la casa con los hijos y con problemas nos dedicamos a buscar a Dios muy temprano en un periodo de quietud y soledad para estar con ÉL y recibir su dirección.

El mismo Jesús nos enseñó que se levantaba muy temprano a orar marcos 1:35 «levantándose muy de mañana siendo aún muy oscuro oraba…» Derrama su corazón delante del Padre y lo escuchaba y le dirigía. Qué bueno que así fuéramos nosotros.

El Espíritu Santo nos impulsa a buscarlo a aceptar esa invitación de Dios, a regocijarnos en su presencia, a buscar dirección. Nos guía por el camino de la oración y nos hace sensibles a su palabra cuando estamos en comunicación con Él cada mañana como prioridad en nuestras vidas. A menudo hay en ocasiones que la comunicación esta averiada, por ejemplo cuando la señal está ocupado en nuestro teléfono diario porque no sacamos el tiempo para alimentarnos con Él Padre y se pierde la llamada que nos hace cada mañana para hablar con Él.

Nuestro padre está dispuesto esperándonos para escucharnos muy temprano en la mañana, para regalarnos bendiciones y darnos su guía para el día. Muchos profetas nos lo han enseñado David estaba en la presencia del Señor, Isaías consultó al Señor antes de tomar decisiones. (Isaías capítulo 6) Pedro subió a la azotea para orar, hechos 10:19-20. Y muchos ejemplos más.

Propongámonos en nuestro corazón escuchar la invitación del Espíritu Santo cada día para buscar la dirección del PADRE, obtener muchas bendiciones y dirección en nuestra vida diaria que este sea el propósito de este año nuevo en nuestras vidas.