Ha sido una constante a través de la historia de la humanidad, que el Pueblo de Dios se enfrente a situaciones de alto riesgo. Y también ha Sido una constante, que Él nos instruya sobre cómo afrontarlas.
Hoy, el mundo naufraga en incertidumbre, perseguido por una amenaza de pandemia. Y se siente entonces, la impotencia del hombre, de los gobernantes de las más importantes naciones.
Nuestra capacidad intelectual, nunca podrá definir con absoluta veracidad, por qué y de dónde viene este flagelo. Y en medio de una vulnerabilidad generalizada, el mundo comienza a elevar su mirada hacia un «ser superior» en busca de ayuda.
Para nosotros, el Salmo 91 se convierte en un estandarte de nuestro Clamor al Señor. Nuestra oración está dirigida a fortalecer la Fe, a depositar toda nuestra Confianza en Él, a reafirmar la seguridad que sólo Dios nos da, cuando «habitando bajo su morada». Pero sabemos que todo esto debe partir de una completa obediencia a su voluntad.
La Biblia dice en Romanos 8:31 «¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?». O sea que lo contrario también es verdad: Si Dios NO está con nosotros, entonces cualquiera puede contra nosotros.
Mucho nos recuerda esta situación, a la vivida por Israel, a punto de salir de su esclavitud en Egipto. Moisés advirtió la fuerza de Dios contra Egipto. Pero dio instrucciones precisas para favorecer a su pueblo, en el Libro del Éxodo 15:26 «Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”.
Llega entonces el momento de evaluar nuestra obediencia y cumplimiento al Señor, para sentirnos seguros de su protección, que con tanta firmeza nos lo promete en los versículos 9 y 10 de nuestro Salmo Bandera, el Salmo 91:
«Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada». Salmos 91:9-10 RVR1960.
Es hora de clamar al Señor, pero esto debe partir de un punto seguro, sus promesas; «El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente». Salmos 91:1 RVR1960. No dice este Salmo que la protección de Dios es para cualquiera, ni para el que tiene abierta su biblia en este salmo como un adorno. La protección del Omnipotente es para el que «habita al abrigo del Altísimo», es decir, para los que buscan a Dios, aman su presencia, se deleitan en sus propósitos y obedecen su palabra.
Clamemos pues al Señor llenos de humildad, fe y confianza por la salud y el cuidado de nuestra familia, nuestra ciudad, nuestro país e incluso por el resto de países que están pasando dificultad.