¡Cómo nos duelen los niños!

Me atrevo a hablar de los niños en este mes, porque hay un enemigo que ha querido suplantar la celebración del mes de la Biblia que, para el pueblo cristiano, es en el presente mes de Octubre, con el famoso Halloween, fiesta totalmente pagana, pero que se fue introduciendo en nuestro entorno y le llaman el mes de los niños (vale la pena recordar abril es el mes de los niños en Colombia y su celebración especial es el último sábado).

Dios en Su Palabra, nos ha alertado respecto de las situaciones que se vivirían en estos últimos tiempos. No obstante, no deja de alarmarnos la crueldad en contra de los niños, seres indefensos, y por ende muy amados por DIOS, al punto que dice la Palabra, que necesitamos ser como niños para entrar en el reino de los cielos.

Se ha convertido en “el pan de cada día” observar a través de la TV y de las redes sociales, como son expuestos a maltratos y violencia y muchas veces por parte de sus progenitores o con su complicidad.

Esta decadencia moral de la sociedad no es de ahora. Esto lleva muchísimos años… sino que se ha perdido la vergüenza y hoy quieren hacerlo aparecer como normal, porque las grandes elites del mundo quieren acabar con lo que Dios ha dejado como norma de vida.

Lo que dice Dios en Su Palabra no cuenta para esos personajes oscuros, pero sabemos que Dios no se ha equivocado, cuando creó al ser humano. Nos dice en Génesis 1:27 Varón y hembra los creó. Pero para ellos la Biblia es obsoleta, y por tanto, distorsionan la creación divina y ahora dicen que cada uno debe decidir desde temprana edad, que sexo es el adecuado.

“Dejad que los niños vengan a Mí, porque de los tales es el reino de los cielos”, dice el Señor. Y esas palabras deben sonar muy fuerte en los oídos de todos los seres humanos responsables de lo que está ocurriendo con los niños.

Es un llamado muy fuerte que tenemos todos nosotros: y es que debemos dejar que los niños sean niños. Principalmente los padres de familia, deben velar por la inocencia de sus hijos, permitir que vivan las etapas de la vida, guiándolos y enseñándolos de acuerdo a lo que Dios ha establecido.

Vemos a las niñas principalmente, vestidas como si fueran mayores de edad. Les celebran los malos comportamientos y aplauden sus malas palabras, argumentando que más adelante les corregirán. La verdad es que eso no va a ocurrir, porque esos niños seguirán siendo maleducados, respondones y desobedientes.

Desde muy tierna edad, es decir meses, les entregan el celular “para que se calmen” pero esto les afecta las neuronas y se aíslan del resto de personas convirtiéndose en una adicción, que les traerá consecuencias en su época de estudio y aprendizaje.

A todas estas surge un interrogante: ¿Qué responderán los padres cuando Dios les pregunte por los niños que les ha dado para cuidarlos y enseñarlos?

El Salmo 127:3 He aquí herencia de Jehová son los hijos.

Los hijos son propiedad divina.

Estamos a tiempo de retomar nuestra responsabilidad de padres y madres de familia, sabiendo que Dios contrario a lo que el mundo dice, está interesado y guiará a cada padre y madre que se decide a levantar a sus hijos de acuerdo a la voluntad de Dios.

¡Cuidemos a los niños!