¿Por qué razón debemos orar? ¿Qué debemos hacer par que Dios nos escuche?
¿Cómo responde Dios a nuestras oraciones?
En comparación con el inmenso Universo, nuestro planeta es muy pequeño, pero sabemos que Dios ha sido el hacedor de cielo y la tierra, por lo tanto es el dueño de todo y nada hay imposible para Él.
Las naciones son como una diminuta gota de agua de un balde (Salmo 115:5; Isaías 4:15 ) lo dice; sin embargo, la Biblia dice que:
“ Cercano está Jehová a todos los que le invocan,
A todos los que le invocan de veras.
Cumplirá el deseo de los que le temen;
Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará”. Salmos 145:18-19
Piense en el significado de estas palabras “El creador de todos está cerca de nosotros y nos oirá si lo invocamos andando en verdad “ es decir con fidelidad. ¡Que privilegio tenemos de poder orarle y confiar que Él nos escuchará, su promesa está allí!
No obstante si queremos que Dios escuche nuestras oraciones, debemos orarle de la manera que el aprueba, pero ¿Cómo vamos a hacerlo sino sabemos lo que enseña la Biblia sobre la oración y la manera de hacerla sino la revisamos o no la consultamos?
Es vital que conozcamos, pues sabemos la oración nos acerca a Dios y nos muestra lo mejor para cada uno de nosotros.
¿Pór qué debemos orarle a Dios?
Una razón importante por la que debemos orar a Dios, es que Él nos invita a hacerlo. Su palabra dice en Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Seguramente no querremos rechazar semejante invitación tan bondadosa y espectacular del gobernante supremo del Universo nuestro Padre Dios .
Otra segunda razón por la que debemos orar es porque cuando lo hacemos con frecuencia se estrecha esa relación con nuestro Padre y lo conocemos más y disfrutaremos de su presencia, amistad, cariño y porque no decirlo de su bondades y regalos.
Recuerda que una buena amistad está basada en la comunicación, es decir que los buenos amigos no se comunican solo cuando necesitan algo, sino en cualquier momento (buenas y malas) cultivando siempre la amistad ante todo, porque se interesan el uno al otro. Esta relación se va fortaleciendo a medida que se expresan con toda la libertad pensamientos, preocupaciones y sentimientos.
Asimismo sucede con Dios en la medida en que lo buscas, derrama tus lagrimas tus deseos, tu amor y necesidad por Él, y ante su presencia, te va conociendo, va sabiendo que te gusta, que necesitas y suplirá tus necesidades conforme a su voluntad y riqueza como lo ha prometido en su palabra.
Gracias a todo esto, aprendimos a consultar la Biblia y que nos enseña de Jesús y de su personalidad, y ante todo cómo debemos orar de acuerdo a su propósito para nuestras vidas .Podemos decir que vemos a Dios como una persona más real y cercana a nosotros como ese amigo que buscamos.
La oración nos permitirá expresar a nuestro padre celestial nuestros pensamientos y sentimientos mas íntimos y de esa forma estaremos más cerca de Él y Él de nosotros. Hagamos nuestra esta promesa de Santiago 4:8 “ Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”.