¿Eres simpatizante o seguidor de Cristo?

La doble vida no es solo es de superhéroes o de espías, es una realidad intangible que se puede percibir.

Hoy vivimos en un mundo agitado, que siempre está buscando “lo mejor para cada quien”. Esto nos lleva muchas veces a vivir una doble vida, quizá cuesta aceptarlo pero si prestamos atención podemos evidenciarlo. Por ejemplo, en las distintas plataformas digitales, son muchos quienes suben contenidos donde muestran sus vidas cotidianas.

¿Pero aquello es real? O ¿es simplemente una historia editada que está hoy lejos de la realidad?

En mi vida han sucedido muchas cosas y esto me ha llevado a entender que la cotidianidad de la vida es muy diferente a la que me dibujan muchos contenidos en las redes sociales.

Ahora de esta manera de vivir no podemos aportar a la iglesia, porque hablar de la iglesia y ¿vivir esta vida doble?

La respuesta es: Muchos no quieren que les hablemos de Jesús y mucho menos congregarse pues creen que los cristianos en su mayoría no somos genuinos y la religiosidad en la que muchas veces vivimos no es moda atractiva para ellos, y quizá en muchos aspectos tienen razón.

Dirás ¿Qué pienso? La repuesta es que muchas veces quienes vivimos una vida cristiana deseamos mostrar una perfección que no existe y otros nos mostramos y decimos ser cristianos, pero realmente estamos muy lejos de serlo, y esto genera que muchos de aquellos que aún no han tenido un encuentro real con Jesús, no deseen tenerlo.

Solo quiero decirte que quien desee caminar con Jesús y renovar su manera de pensar debe quitar su mirada de los hombres y ponerla en Jesús, el autor y consumador de la fe.

La vida cristiana está llena de creyentes que solo siguen a Jesús para recibir un milagro, pero no quieren comprometerse realmente con todo aquello que constituye la vida cristiana. Los creyentes que son discípulos, tienen como modelo a Jesús y su vida en la tierra, quien es el real modelo a seguir. Puedo decirte que la verdad está en la palabra de Dios, la biblia. Buscar a Jesús es mucho más que buscar un milagro o una tabla de solución, entonces el problema es seguir a Jesús por las razones equivocadas.

Voy a darte 2 ejemplos de 2 personas que seguían a Jesús, pero las intenciones de su corazón no eran las adecuadas. Judas Iscariote, uno de los 12 discípulos fue un hombre que conoció y caminó con Jesús, tuvo un lugar de privilegio junto con los 11; así pues, que se veía como uno de ellos, pero realmente no era. Y el hombre rico, quien cumplía con toda la ley y sus obras eran las que se debían cumplir, el problema era las intenciones de su corazón. Entonces en el momento de la prueba donde debían tomar la decisión más trascendental de su vida, perdieron el norte. Judas entregó a Jesús y después víctima del remordimiento se suicidó y el hombre rico después de escuchar lo que Jesús deseaba de él, se aleja con su corazón entristecido. Así pues, que vemos como muchos decimos ser, pero realmente estamos muy lejos de demostrar realmente el ejemplo de cristo.

Hoy el Señor me pregunta y te pregunta ¿por qué razón me sigues? Pero así mismo nos dice que tú y yo debemos quitar la mirada de los hombres y debemos ponerla en él y así dejemos de buscar la perfección que no existe y sí lo que es correcto.