Todos en algún momento hemos experimentado temor acompañado de la sensación que Dios se ausentó en medio de los problemas. En esos momentos nuestra fe es probada para afirmarnos que Dios está al control de nuestras vidas, y de nuestra decisión de fe y valentía dependerá que no perdamos la paz al estar completamente seguros que Dios está con nosotros.
El temor es una falta de confianza en Dios, cuando dejamos que el temor se apodere de nosotros, estamos desobedeciendo a Dios, por creer en algo muy diferente a lo que dice en su Palabra. Nuestros temores y ansiedades muestran incredulidad en lo que Dios puede hacer por nosotros, en su bondad, protección y grandeza.
Cuando leemos la historia de David y Goliat en la Biblia, lo primero que muestra es que los guerreros del ejército israelita tenían mucho miedo del gigante (1 Samuel 17:11). Hasta que el menos esperado, quien a simple vista humana no tendría las condiciones, Dios lo levanta como un valiente guerrero que derrota al poderoso enemigo.
Básicamente, esta es la definición del temor: El enemigo nos hace pensar que puede dominarnos, sin que podamos hacer nada para detenerlo. Este temor se puede manifestar en ansiedad, nervios, preocupación, estrés, pánico, desesperación, etc.
Probablemente el temor es consecuencia de que hemos estado tratando de controlar demasiadas cosas en la vida y esto nos hace temer por lo que vaya a suceder en el futuro. El temor nos lleva a renunciar a la gloria de Dios en nuestra vida, ciega y haciendo que dejemos de alabarlo, de adorarlo. El temor es un una mentira gigantesca que nos destruye, que debemos enfrentar y derribar por medio del poder de Jesús.
En romanos 10:17 nos dice Pablo «Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo». Cuando logramos ver y escuchar a Dios en su Palabra y por medio de ella, esa Palabra nos permite ver y oír que Él es mayor que nuestro gigante. Eso edifica la fe que se convierte en la piedra que derriba al gigante que Jesús ya había derrotado.
Con Dios, todo es posible (Mateo 19:26), Jesús ha prometido que siempre estará con nosotros (Hebreos 13:5), cuidarnos (1 Pedro 5:7).
Para vencer, además de valentía, necesitamos fe. ¿Qué comprende la fe en Jesús cuando estamos luchando contra la gigante mentira del temor? ¿Qué nos ayuda a convencernos que Dios es mayor que los temores y ha vencido sea lo que sea?