En la iglesia contamos con un espacio para compartir con los niños desde sus primeros años de vida, acerca de: Dios, Jesucristo y el espíritu santo; descubrimos sobre su obra y lo que tiene para cada uno de nosotros al creerle y recibirle. Con un material idóneo y espacios significativos fomentamos una relación constante de los niños con Dios. Pero como padres ¿Qué espacios propiciamos con nuestros niños para compartir de nuestro padre celestial?
A la luz de la biblia podemos encontrar muchos ejemplos para direccionar nuestras acciones entorno a la relación con Dios, de manera puntual cuando abordamos este tema, el mejor ejemplo es observar la vida de Timoteo.
Su nombre deriva del nombre griego «timáo-theós», su significado es «Aquel que siente amor o adoración a Dios». Y nos ilustra a través de varios pasajes Bíblicos cuanto amo a Dios y camino en su obra con adoración; un siervo que conoció de Dios desde su infancia, según 2 de Timoteo 3: 15 “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” un siervo que fue instruido por la fe de su madre y su abuela (2 Timoteo 1:5 “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.”) Es un siervo que dedico su juventud a caminar al lado de pablo (1 Timoteo 1; 18-19 “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos”)y conocer el propósito que Dios tenía en su vida; pues pablo encontró en él un joven daba buen testimonio. (Hechos 16: 2 “y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.”)
Si continuamos la lectura en Timoteo nos daremos cuenta que el propósito que Dios tenia para la vida de este siervo fiel, implico: tomar decisiones, mantenerse en fe y ser integro, construyendo el mejor de los premios al que puede aspirar un creyente Mateo 6 19 -21: No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; Sino haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón. Y en Juan 14: 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Timoteo conto con una familia que le instruyo desde pequeño en su fe y le permitió tener una vida digna del mejor tesoro eterno; como creyentes y padres anhelamos que nuestros hijos tengan una vida para Dios, digna del mejor galardón; así que con prioridad tomemos el tiempo para instruir a nuestros niños y cumplir desde casa con la gran comisión. Mateo 28:20.