Es normal que encontramos personas que desean vivir bien, incluso nosotros mismos lo deseamos, pero en muchas ocasiones encontramos personas que desean vivir bien pero no por sus propios esfuerzos sino que se amparan en los esfuerzos de otros ( La humildad de otros), y al profesar la vida cristiana podemos encontrar personas que al no entender cuáles es el mayor atributo que Dios valora caen en este error y en su actitud de arrogancia, sus vidas en si carecen de sentido. Dios quiere que todos nos involucremos en la iglesia con un espíritu de humildad porque hacerlo atrae la bendición plena de Dios.
Dios estableció lo siguiente: (Santiago 4. 6) Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Miremos la historia en la vida de Ruth, la cual nos llevará a entender mejor esta enseñanza: «1Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz. 2Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía. 3Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec. 4Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. Y ellos respondieron: Jehová te bendiga. 5Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven? 6Y el criado, mayordomo de los segadores, respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab;
7y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento. 8Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas. 9Mira bien el campo que sieguen, y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados. 10Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera? 11Y respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes. 12Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte. 13Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas». (RUTH 2.1-13)
Rut participa de la cosecha como una espigadora pobre y humilde. Nótese su dedicación y determinación: «Te ruego que me dejes ir al campo» (v. 2); «Te ruego que me dejes recoger y juntar» (v. 7); «Halle yo gracia» (v. 13).
Dios la guía en su selección de los campos, ¡de modo que llega a estar cara a cara con el hombre que Dios ha escogido para redimirla y casarse con ella! Dios no bendice ni guía a gente que no practica la humildad; los que se esfuerzan en la tarea hallan la bendición plena de Dios.
Si usted está a la espera de la provisión divina, considere esto: Dios está esperando que usted dé el primer paso para demostrar cuán importante es su necesidad.