Lo que nos enseñó el coronavirus.

Hola, quiero compartir con ustedes algunos asuntos de la pandemia que todos estamos obligados a llevar. Primero el asunto del aislamiento que debemos tener. Si bien recuerdan antes teníamos libertad para todo, de ir y venir a donde queríamos… Hoy nos encontramos aislados de nuestros seres queridos.

Luego la convivencia nunca ha sido fácil, si cuesta ponerse de acuerdo entre 2 personas, ¿qué tal cuando son más de dos? también el asunto de los temperamentos, entonces nos vemos obligados a desarrollar tolerancia y también es difícil, nos toca ceder, ponernos de acuerdo y todo esto conlleva a un mejor vivir…claro que si nos toca ceder muy seguidos nos cansamos demasiado.

Llegamos al otro punto, desarrollar paciencia, que a decir verdad es súper difícil, no tenemos mucha paciencia y fácilmente nos estresamos con pequeñas y grandes dificultades sin embargo Dios nos ha dado talentos y dones para colaborarnos en este sentido, debemos recurrir a ellos en oración.

Aprendemos a valorar la familia y a las demás personas amistades que Dios nos ha regalado, el darnos cuenta que no todos pensamos lo mismo y es porque todos somos únicos y diferentes, nos es fácil aceptar la familia, nos sentimos criticados rechazados, juzgados y esto es causa de nuestros propios miedos.

Estamos aprendiendo la obediencia. No salga de su casa. Si sales debes seguir todo un protocolo. Algunos se aburren de todo de verse los mismos cada día, perdemos la privacidad hasta para hablar por celular…. No obstante, debemos ser agradecidos con Dios por la familia que nos dio y también por nuestra familia espiritual, que es un gran apoyo.

Aprendemos la humildad y la dependencia, nos necesitamos los unos a los otros, practicar el por favor y el gracias más a menudo de lo acostumbrado.

La tecnología que es una gran ayuda, pero para la tercera edad nos toca aprender a la brava, pero nos interesa estar comunicados con los demás…. Hay que aprender y practicar. Pobrecitos nuestros hijos, o nuestros nietos que nos deben explicar varias veces lo mismo hasta que, al fin, lo entendemos.

El tiempo, antes andábamos corriendo de un lado a otro, hoy tenemos todo el tiempo del mundo, pero debemos saber aprovecharlo al máximo, sobre todo en las cosas del reino, como lo dice mateo 6:33. El tiempo aquí es pasajero, las cosas de Dios son eternas, somos ciudadanos del cielo, ¿pero vivimos aferrados al mundo en el cual vivimos? ¿qué haremos? Escuchar a nuestra familia interceder en oración por los demás, dejar el egoísmo y convertirnos en guerreros espirituales para colaborar con esta Colombia tan querida, en donde Dios nos ha puesto y debemos de ser agradecidos en todo.