Dios mi esperanza está en ti.

Un dicho popular dice” la Esperanza es lo último que se pierde”.

En muchas oportunidades hemos echado mano de este pensamiento para animarnos a continuar en medio de las circunstancias difíciles que llegaron a nuestras vidas. Cada día, mes y año la esperanza en Dios resulta una bendición y una fortaleza para cada uno de nosotros.

La idea principal de esta palabra es dar aliento y no derrota en nuestras mentes y las de los demás.

La palabra “queja”  que es tan común en todo el mundo debería ser erradicado por completo. Puesto que el significado de esta palabra no ayuda para salir ante una dificultad. Mejor es usar la risa que es contrario a la queja y que  es mejor para encarar los problemas, buscar soluciones para resolverlos y no hacer los más difíciles.

Miremos el caso del autor del libro de los salmos; David quien vivía una situación  bien penosa, pero al fin descubre que su única esperanza es Dios y decide poner su confianza y su vida en Él.

No hay que dejarnos vencer por las circunstancias duras que nos rodean, hay que colocar la mano en el arado, no podemos volver atrás. A veces las voces de desaliento se hacen oír más fuertes que las voces de la esperanza en nuestras vidas.

Tenemos que decidir ¿Vivir en una condición pesimista u optimista? ¿Vivir con esperanza o con desesperanza? Si elegimos la primera esperanza nos generara buena salud emocional y física, es decir mucha paz. De lo contrario tenderemos tristeza y falta de motivación.

Le invito a que hoy diga “¿Ahora Señor que esperaré? Mi esperanza está en ti”

Continuemos viviendo este año con fe  y creyendo que nuestra mayor esperanza está sembrada en DIOS. Él es nuestra ayuda y proveedor en todo tiempo y lugar. Él es nuestro consolador y salvador.

Usted puede creer en Él y dar por hecho una respuesta. La esperanza nos generará buena salud.

Bendiciones!