La perseverancia en la vida cristiana.

Perseverar nos indica que seamos fuertes, que soportemos cualquier situación por adversa que ésta sea, que permanezcamos de pie bajo cualquier circunstancia. Esta perseverancia nos perfecciona en paciencia.

PERSEVERAR EN HACER EL BIEN.

Romanos 2:6-7 «El cual pagará a cada uno conforme a sus obras: Vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad».

Gálatas 6:9 «No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos». Es deber de un cristiano perseverar en hacer el bien a su prójimo, pues, mientras se tenga la oportunidad de hacerlo, hagamos el bien, porque a su tiempo recogeremos los frutos.

PERSEVERAR EN LA GRACIA.

Hechos 13:43 «Despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios».

Notamos que fue necesario que Pablo y Bernabé exhortaran a los que les seguían para que continuaran perseverando en la gracia de Dios, ya que muchas veces cuando el Señor nos permite abundante bendición espiritual, podemos olvidar que todo proviene de Dios y de su infinita misericordia.

Isaías 64:6 «Si bien todos nosotros somos como suciedad y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja y nuestras maldades nos llevaron como viento».

Cuando nos vanagloriamos por las cosas que Dios nos permite hacer, pasamos a ese plano, pero si en nuestras obras perseveramos en la gracia de Dios, entonces seremos reconocidos y galardonados.

PERSEVERAR EN LA DOCTRINA.

 Hechos 2:42 «Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones».

La doctrina nos va a llevar a la verdadera libertad. Quiere decir una forma de vida, es una conducta de la vida diaria.
Santiago 1:25 «Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace».

El verdadero evangelio es libertad en Cristo Jesús.

PERSEVERAR EN LA ORACION.

 Hechos 1:14 «Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos».

Los cristianos de los comienzos de la iglesia, perseveraban unánimes en oración y ruego, no importando la persecución, y los días difíciles sino que lo hicieron hasta ver la respuesta de Dios.

Hay veces que parece que el Señor se tardara pero es la oportunidad para hacernos ver lo que hay en nuestro corazón. Cuando Moisés se tardó en bajar del monte, todo el pueblo fue probado en paciencia pero cayeron en idolatría.

Muchas veces pensamos que el Señor se olvidó de nosotros cuando a nuestros ojos Él se tarda, pero en Habacuc 2:3 dice: «Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará».

Siempre que Dios promete una cosa, ha de cumplirse en su tiempo, pues su palabra es Palabra segura.

PERSEVERAR EN LOS SUFRIMIENTOS Y ADVERSIDADES.

Mateo 10:22 «Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo».

Como cristianos pasamos y pasaremos por sufrimientos y adversidades, la palabra de Dios nos anima a que perseveremos hasta el fin, sin embargo, por la maldad muchos se enfriarán, se apartarán de la comunión con Dios.

Nuestra confianza debe estar puesta en Cristo bajo cualquier circunstancia y de esa forma mantendremos el gozo espiritual, porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza.

Habacuc 3:17-18 «Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales, con todo, yo me alegrare en Jehová y me gozare en el Dios de mi salvación».

Nadie llega hasta el pozo de Dios, sin caminar y sufrir la sed del desierto.

Nadie llega a tener el alma brillante, sin el diario pulido de Dios.

«Si tienes claro el objetivo, si todavía conservas algo de fuerza y de voluntad, si mantienes los ojos en Dios y crees, obedeces y perseveras con fe, te aseguro, que no dejaras de alcanzar tus sueños».

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