En la enfermedad, confía y espera en Dios.

«He aquí que Yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad». -Dice el Señor, Jeremías 33:6 (RVR1960).

A propósito de tantas noticias sobre diagnósticos médicos desfavorecedores que he escuchado durante el último mes, le pedía al Señor que me mostrará en su Palabra el propósito que tiene la enfermedad en la vida del creyente. Sin lugar a duda, la Biblia nos muestra que la enfermedad al igual que la muerte se originó como resultado de la caída del hombre en el huerto del Edén. Pero también sabemos con toda certeza que DIOS dio la provisión para rescatarnos de estas consecuencias a través de la muerte y resurrección de su Hijo unigénito: «Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados» Isaías 53: 4-5 (RVR1960).

Por otro lado, el Señor me mostraba el ejemplo de la vida del Rey Asa de Judá. Los invito para que reflexionemos sobre unos aspectos de su historia y tal vez nos podamos identificar con su ejemplo y dejar en las manos del Señor nuestra SALUD:

1.Cuando Asa inició su reinado hizo lo correcto delante de Jehová, mando a retirar del reino las estatuas dedicadas a otros dioses y animo a su pueblo a buscar al verdadero DIOS (2 crónicas 14: 1-5).

2.El Señor le regaló una promesa luego de su obediencia: «Cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos… Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra» (2 Crónicas 15: 1-9).

3.Cuando Asa llevaba 36 años reinando, buscó alianzas con otros países paganos y esto no agradó al Señor. Luego, la Biblia nos cuenta que: «En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos. Y durmió Asa con sus padres, y murió en el año cuarenta y uno de su reinado» (2 Crónicas 16: 12-13, RVR1960).

Algo ocurrió en el corazón de este hombre que en su juventud buscó a D17IOS fervientemente, pero luego su confianza se posó en los hombres. Cuando se nos habla que buscó a médicos no quiere decir que nosotros los creyentes no debamos buscar ayuda clínica, por el contrario, antes hago la exhortación para no dejar avanzar las enfermedades y auto tratarlas antes de consultar con un profesional. Esto hace referencia a buscar la solución primero en otras personas o medicamentos (y poner nuestra fe en ellos) antes que en el Señor.

La actitud y el corazón alejado del Señor llevaron a Asa sufrir y luchar solo con su enfermedad. Fueron estas consecuencias lo que lo llevaron a tener un final desastroso. Como hijos de DIOS, hemos recibido de su parte infinitas y valiosas promesas, no dejemos nunca por difícil que sean las circunstancias de confiar; sea cuando DIOS traiga la sanidad física o la sanidad completa que es estar en la eternidad con Él. La actitud correcta frente a un diagnóstico médico difícil es humillarnos en oración delante del Señor y esperar con confianza su respuesta. Recuerda: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados».

Romanos 8:28-30 Reina-Valera 1960 (RVR1960): « Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó».

Que el Señor te bendiga profundamente.